"No se puede dejar nada al azar"

La joven violinista se estrena con Concierto para violín y orquesta no5 de Mozart

Vivió su gran momento en 2008, con motivo del cumpleaños de la Reina Sofía. Era un aniversario redondo: 70 primaveras, veranos, otoños o lo que ustedes quieran. Y ahí estaba la joven Ana María Valderrama, bajo la dirección de Zubin Mehta. Muy pronto demostró que, ni muchísimo menos, había sido un honor inmerecido. En 2011 ganó el primer premio en el XI Concurso Internacional de Violín Pablo Sarasate, además de otros cuantos galardones de relumbrón en Madrid, Rusia, Portugal, Barcelona... Ahora, que tiene 28 años, ya ha actuado en auditorios de Inglaterra, Alemania, Francia, Portugal, Rusia, México, Colombia y Estados Unidos. Exalumna en centros de prestigio como la Escuela Superior de Música Reina Sofía y la Hochschule für Musik Hanns Eisler de Berlín, queda claro que esta artista ha sabido aprovechar muy bien su tiempo. Pues bien, llega la hora de conocer su versión del Concierto para violín y orquesta no 5 en La Mayor, de Wolfgang Amadeus Mozart. Se presentará arropada por la Sinfónica de Bilbao, bajo la dirección del maestro suizo Michel Tabachnik. El programa de la velada se completará con la Quinta de Mahler.

- Animada, me imagino.

- Mucho, es la primera vez que interpreto esta obra con orquesta. La tengo muy trabajada, analizada, argumentada...

- Sin cabos sueltos.

- Claro, claro. Siempre tiene que haber una razón a la hora de tomar decisiones. ¡También en el plano musical! No se puede dejar nada al azar.

- ¿Cómo definirías el Concierto para violín no 5 de Mozart?

- Uy, uy, qué difícil explicarlo con palabras. Ya sabes, siempre se quedan cortas.

- Haz el esfuerzo...

- Mmm, para empezar yo diría que parece increíble que sea el último concierto que escribió para violín. ¡Es que solo tenía 19 años! Y luego, bueno, es el más bello y rico de todos. Muy, muy profundo. Y como siempre ocurre con las melodías de Mozart, son tremendamente sencillas. Geniales.

- ¿Qué tipo de artistas admiras más?

- Como violinista me encanta Janine Jansen... ¡Qué pasión y qué energía! Y por supuesto, admiro mucho a la mezzo italiana Cecilia Bartoli. Es la música personificada. Toda ella se transforma cuando actúa. Hay que verla para comprobarlo, en serio. Un fenómeno. Y lo mismo ocurre con Gustavo Dudamel, el director venezolano que está revolucionando el panorama musical.

- Veo que te entusiasma la espontaneidad.

- Sí, pero no te confundas, no es algo improvisado. Detrás hay muchísimo trabajo y muchísimo estudio. Toda esa energía y aparente facilidad llega cuando estás muy seguro de lo que haces. Y eso lo da el trabajo duro.

 

 Diciembre 2013

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